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Mitos Reales

  • Anargeny Gil
  • 9 may 2016
  • 1 Min. de lectura

Mi mamá lavaba en el río y nos llevaba para su compañía, nos salió el mohán por una de mis hermanas que tenía muy bonito el cabello.

Mi abuelo nos contó, que sus compañeros de trabajo escucharon la GRITONA, unos de sus amigos la arremedó o le contesto de la misma manera que ella hizo, de pronto se les apareció e invito al que la imito que durmiera con ella, él acepto; a media noche mi abuelo y sus compañeros sintieron que algo les caía, prendieron una luz se dieron cuenta que era sangre lo que caía, miraron era su amigo que lo había degollado y ella desapareció.



Estábamos sentados en la sala cuando de pronto sentí que me levantaron y empezó a moverse toda la tierra, que se hacían como olas, se veía que todos los vecinos salían corriendo asustado, junto con mi madre salimos, ella estaba pendiente que no nos pasara nada, la gente del susto no entraba a sus casas desbaratadas pero mi madre si entró y nos hizo el almuerzo y nos lo paso. Este es el recuento de una hermosa historia que quedo en nuestro pasado.


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