CANTO SOLITARIO DE UN AVE

A propósito de la construcción de la Represa de El Quimbo

Por: Olga Trujillo

Bárbara Fierro

Julieta Laguna

Jhon Javier Casas

Siempre preferí el colibrí más alto o el cachimbo más rojo, y ese olor a cacao de las laderas, aquel amarillo frondoso del arbusto que dio nombre a estas tierras, esa planta comestible que los ancestros llamaron QUIMBO.

Anidamos estos terrenos, llegamos primero que los hombres y luego aprendimos a convivir con ellos, a compartir los frutos y las riquezas que da la madre tierra.

Pero de pronto, poco a poco fueron llegando esas horribles máquinas, esos aparatos que rompían la calma y la tranquilidad de hace tantos años. Llegaron a arrasar con todo; ahora estamos perdidos, dispersos, deambulando por todas partes en busca de arraigo, de un espacio, de un breve rincón de cielo.

Ahora estoy en este tronco seco, viendo cómo se va tragando lentamente el agua tantos recuerdos, cómo va inundando tantas esperanzas, tanto sacrificio.

Canto esto para buscar un cielo, una sombra, una rama, una fruta, una madriguera, pero nunca un consuelo para todas las especies que fueron desplazadas por el miedo y la desfachatez del dinero.

Autores:

Olga Trujillo: Nació el 30 de julio de 1958 en Gigante Huila, estudió en la escuela urbana de niñas y en la concentración Jorge Villamil Ortega, donde cursó hasta séptimo grado. Se ha capacitado en ventas y dice que le encanta conocer de productos naturales, pues con ellos se sostiene económicamente. Se casó con un hombre que califica de “maravilloso”, con el cual tuvo tres hijos, dos hombres y una mujer. Hoy es viuda y afirma sentirse “incompleta” por esa razón.

Bárbara Fierro: Nació el 1 de septiembre de 1956 en una parcela pequeña llamada las Palmas, Jurisdicción de Vegalarga del municipio de Neiva Huila. Cursó primaria, hasta quinto grado, en la escuela rural de Palacio Huila. Se casó, madre de 5 hijos y se ha dedicado a las labores del hogar.