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NEIVA Y EL EMBAJADOR DE LA INDIA

  • Foto del escritor: Fabian Arevalo Zambrano
    Fabian Arevalo Zambrano
  • 8 may 2017
  • 4 Min. de lectura

Por: Elvira Blanco de Fajardo

Carlos Fajardo

Felipe Santiago Niño

Alexander Cuéllar

Embajador de la India: Jaime Torres Holguín, de padre yaguareño y madre payanesa.

Gobernador del Huila: Gustavo Salazar Tapiero

Alcalde de Neiva: Julio Cesar García

Comandante del Batallón Tenerife, Coronel José, Pepe, Rivas

Comerciantes entusiasmados y generosos: Álvaro Díaz, Almacén Aldichar, Yesid Lugo, Almacén Mónaco, Jaime París, Gerente Hotel Plaza y otros. Fecha llegada del “Embajador” a Neiva: diciembre 6 de 1962.

Fecha del baile de Artillería, en honor al “Embajador”: Diciembre 8, 1962.

Lugar de ceremonia religiosa y de recepción del matrimonio de Elvira y Carlos: Batallón de Artillería Tenerife, Neiva.

¿Cómo llegó el “Embajador de la India” a Neiva?

Según su declaración, el auto Mercedes Benz de su propiedad falló mecánicamente y tuvo que abandonarlo por los lados de Natagaima, población del Tolima cercana a Neiva, junto con todo el equipaje y su conductor. De allí debió montarse en una chiva o bus escalera, para llegar a la capital del Huila. Durante el trayecto, dos agentes viajeros que venían en la fila inmediatamente anterior a la suya, le entablaron conversación y cuando oyeron su acento le preguntaron su origen, a lo cual él respondió que estaba viajando de incógnito; la razón que les dio es que él era el Embajador de la India, pero que era secreto, pues no quería que se supiera.

Al llegar a Neiva, y faltando a la prudencia que les había solicitado el personaje, los agentes viajeros regaron la voz de quien se trataba el compañero de viaje y lo llevaron directamente al hotel Plaza, se lo presentaron a Jaime París su Gerente, quien ordenó hospedarlo en la mejor suite. Los agentes viajeros entonces, fueron donde sus amigos comerciantes y les contaron que el “Embajador de la India” había llegado a Neiva y estaba hospedado en el Plaza, que había tenido que dejar su ropa y equipaje en el carro, en lugar cercano a Natagaima. Sin mediar gastos, los comerciantes hicieron llegar toda clase de prendas de vestir, dignas de un Señor Embajador.

El rumor, convertido en noticia, corrió hasta el despacho del Gobernador, Gustavo Salazar Tapiero, quien pronto se hizo presente en el hotel junto con algunos de sus secretarios de despacho, y luego le comunicó al comandante del Batallón, Coronel José, Pepe, Rivas y al Comandante de la Policía, Mayor Fabio Trujillo. Igualmente recibió la noticia el Alcalde Julio César García, quien a su vez era propietario de la Cigarrería Real, ubicada en la Carrera Quinta, vía principal de Neiva.

Al día siguiente, fecha de Santa Bárbara patrona de la Artillería, se debía celebrar el baile tradicional en el Batallón Tenerife de Neiva; éste se llevó a cabo en honor del “Embajador” visitante, el cual lo presidió, y compartió con “la crema y nata” de la sociedad opita.

A dicho baile, nosotros (Elvira y Carlos) no pudimos asistir dado que nos casábamos al día siguiente, en el mismo lugar, el Batallón Tenerife, y nos encontrábamos en casa de la novia recibiendo los obsequios de boda, de acuerdo con la usanza de la época. Sin embargo, nos enteramos en detalle de lo sucedido allí porque un tío, el General Rodríguez Bermúdez, era el oficial de artillería de más alto rango en ese momento. El militar y el “Embajador de la India”, abrieron el baile. Nos contó, además, que danzaron respectivamente, él con su esposa “Felicita”, y el visitante de honor con varias damas de la sociedad asistente.

Al día siguiente, el Gobernador y demás autoridades invitaron a un almuerzo en el Club Campestre, llamado “La Espantosa” en ese entonces, en honor al “Embajador de la India”. La música y el baile se dieron también. En el almuerzo, los anfitriones notaron que el invitado principal no comía, a lo que declaró que era vegetariano y no podía ingerir lo servido; esto armó el alboroto, y puso en aprietos a los encargados del tema en el Club, pues debieron improvisar y cambiarle a última hora el menú.

El “Embajador” como ya narramos, fue hospedado en el hotel Plaza, situado en el parque Santander, en pleno centro de la ciudad. Aburrido, quizás, por los homenajes brindados y los actos solemnes, el “Embajador” resolvió una noche escaparse a buscar algo de comida y rumba. La primera vez no se dio nadie cuenta; la segunda, su suerte cambió. Escuchó con sorpresa que alguien mencionaba su apellido: “Torres”, éste lo ignoró. Se trataba de un antiguo compañero de estudio, quien al reconocerlo lo siguió y resolvió denunciarlo ante las autoridades locales.

El revuelo no fue cualquier cosa, cuando al día siguiente se descubrió la identidad del supuesto “Embajador”, y de cómo se fueron desarrollando los hechos. Constituye un capítulo de la historia local, convirtiéndose, a nuestro parecer, en patrimonio intangible de Neiva y el Huila. El hecho quedó registrado en un tema de nuestro compositor Jorge Villamil, interpretado por el dueto “Los Tolimenses”, en un libro de Eduardo Hakim titulado “Neiva, Moscú e intermedias” y en una película jocosa, que todo el país ha visto.


 
 
 
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